El diseño web, tu gran aliado
Habitualmente entendemos por diseño web como hacer una web con una buena estética y es así y no es así al mismo tiempo. El diseño web tiene en cuenta además de la apariencia, otros aspectos como la usabilidad y la interacción del usuario. Esta disciplina del diseño se encarga pues, de facilitar al usuario su estancia en la web y crearle sensación de confianza, haciendo de él un posible cliente o simplemente alguien que admira tu trabajo. El diseño web es, al fin y al cabo, un concepto bastante desconocido en el contexto que estamos tratando aquí. Por ello hemos querido invitar a nuestros buen amigo y diseñador profesional Jose Jurado para que nos hable en profundidad de un aspecto que consideramos, y a su vez, es esencial.
¿Qué es el diseño web?
El diseño en general es algo que tenemos presente todos en nuestros días. La apariencia que cualquiera puede ejercer influencia sobre nosotros. Todas las cosas que vemos, tanto objetos como lugares, pueden hacer que por su apariencia a nosotros como consumidores nos entren mejor y nos lleve a visitar ese lugar o adquirir ese objeto. Con el diseño web pasa exactamente lo mismo. El diseño web es, dicho por la Wikipedia, una actividad que consiste en la planificación, diseño e implementación de sitios web. Pero no solo se queda ahí. El diseño web trata de encontrar un equilibrio perfecto entre la estética y la interacción del usuario. Ver como el usuario se mueve por la web y hacer de su navegación una gran experiencia es el objetivo principal del diseño web. Para ello, el diseño web debe de centrarse en crear una web basada en el target o público objetivo y en las necesidades del cliente para así poder empatizar con el usuario y hacer que su experiencia en la web sea lo más placentera posible.
Evolución del diseño web
Según diversas fuentes, la primera página web fue creada por Tim Berners-Lee en 1991 con el objetivo de informar sobre las World Wide Web. Tanto ésta como las primeras páginas web estaban hechas con HTML casi sin colores, solo con texto. Progresivamente fueron apareciendo nuevos elementos que darían más vida y dotarían a las webs de nuevas funciones. Estos elementos fueron iconos, imágenes de fondo, botones, y banners. En 1996 los diseñadores comienzan a tener más posibilidades para desarrollar páginas webs y hacerlas estéticamente a su gusto, mientras que las empresas comienzan a interesarse más por anunciarse en lo que para entonces era una revolución, Internet.
En esa etapa (1996 – 2000) destaca la aparición de Flash, Javascript y las Hojas de Estilo CSS, entre otros avances. Flash desapareció ya que Google y Apple no indexaban su contenido en sus buscadores, por lo que dejó de ser viable para las empresas. Desde el 2000 hacia adelante, se potencia mucho el texto sobre la imagen y se empiezan a crear webs más orientadas al contenido. Esto es conocido como web 2.0. Desde entonces han aparecido diferentes lenguajes más complejos, y los lenguajes de programación ya existentes han ido evolucionando. Ya no cambia tanto el lenguaje, si no las formas de ejecutarlo y sobre todo, las tendencias.
El diseño web actual se basa en la limpieza, en hacer de una web una experiencia fluida, sin excesivos elementos que distraigan al usuario y sin agobiarlo, dejando mucho espacio entre elementos. Además, actualmente, con la subida exponencial del uso de smartphones y otros dispositivos, la web ha sufrido un cambio, ahora tiene que ser adaptable para llegar al máximo de usuarios y posibles y que éstos también tengan una experiencia placentera.
El diseño web está cambiando…
En la actualidad el diseño web y desarrollo está sufriendo un cambio que poco a poco se va convirtiendo en realidad. Hablamos de la división interna del concepto, la derivación a nuevas funciones, como son el diseñador UX y el diseñador UI. Un especialista en diseño UX (User Experience) se encarga de desarrollar la mejorar experiencia para el usuario y de ayudar a que éste resuelva sus necesidades mientras que un diseñador UI (User Interface) se encargar de crear la estética de la web y que ésta tenga un look & feel más atractivo. Además de estos, después pueden entrar en juego los programadores, cerrando así un ciclo que confirma que el trabajo en equipo cada vez está más presente y es efectivo, mejorando la productividad de los proyectos.
Las claves del diseño web
1. La imagen cuenta, y mucho. Tienes que tener tu web lista para que el usuario se lleve una primera impresión positiva. Según diferentes estudios, el usuario tarda entre 1 y 3 segundos en decidir si lo que ve le es atractivo o simplemente le causa sensaciones negativas. En esos segundos tenemos que producir en el usuario sensación de comodidad para que permanezca en el sitio web el mayor tiempo posible.
2. Ponérselo fácil al usuario. Hay que ubicar bien los elementos para que las personas que entren en el sitio web puedan identificar todos los elementos bien diferenciados y llegar a donde quieren llegar o a donde queremos que lleguen.
3. Presencia en la red. Al cuidar tu diseño web harás que tu negocio consiga notoriedad y presencia, haciendo ver a los visitantes de tu sitio web que eres un negocio serio y consolidado, que cuida su imagen y se preocupa de los detalles.
4. Convertir visitantes en usuarios. Si tenemos un diseño web cuidado podemos hacer que los visitantes se conviertan en usuarios que entren a menudo. Esto puede traducirse a futuros compradores de nuestro producto. Aunque el contenido también jugará un papel importante, el buen diseño web lo refuerza.
5. Conectividad con otras redes sociales. Gracias al diseño de las páginas de nuestro sitio podemos hacer que los usuarios que naveguen por ella puedan llegar a las redes sociales de tu negocio y hará que la comunicación sea mas eficiente entre cliente y la compañía.
6. Un gran impulso para el SEO. Los motores de búsqueda premian a aquellos sitios web que estructuran y ordenan bien su contenido. Para llegar a ese punto y que los buscadores nos posicionen como los primeros, hay que ordenar el contenido y el diseño web puede ayudar mucho a ello.
7. Reducir y optimizar los tiempos. Para mejorar la calidad de la visita, el diseño web se encarga de optimizar la web para que además de ser atractiva, sea rápida. A casi nadie le gusta tener que esperar, es por eso que mejorar los tiempos de carga ayudará a que el usuario se sienta más cómodo en el sitio web.
La realidad: Muchas veces el cliente no lo quiere pagar
Por mucha teoría que nosotros vengamos aquí a contar, la realidad es que al final, un buen diseño web se traduce en un sobrecoste del desarrollo de un sitio web que muchos clientes no quieren asumir. Hay varios factores que provocan esta situación, como por ejemplo los presupuestos aún reducidos que tienen las empresas (sobre todo PYMES) para el marco digital. Aún en 2018 vemos como internet sigue siendo algo desconocido para muchos, o al menos, algo que no comprenden. Y como al final una web sin diseño tiene maquetación y, por supuesto, plantillas bien estructuradas que solo hay que comprarlas y reorganizar un poco, pues el presupuesto se suele recortar por este lado.
Es un gran error en realidad pues, como ya hemos explicado antes, el diseño web no es solo apariencia, sino cien aspectos más que hay que cuidar. Del diseño web depende incluso la viabilidad y el beneficio de muchas empresas. Sobre todo las de E-Commerce o venta online de productos y servicios. Así que a modo de conclusión, lo único que nos queda es ir generando una cultura del conocimiento del medio online para que el cliente comprenda que aspectos como el diseño web son primordiales y merece la pena esforzarse, dejando de lado otras partidas económicas que están dedicadas a acciones muy arcaicas ya obsoletas en los tiempos que corren.
Sin más que añadir, esperamos que os haya servido este artículo y si te gusta, comenta y comparte. Más artículos sobre Marketing Digital en nuestro blog.
*Muchas gracias a Jose Jurado, diseñador profesional, por colaborar en la redacción de este artículo*